Nuestras tierras son trabajadas de manera profunda y superficial, lo que permite un correcto tratamiento del limón ecológico. En la finca se emplea abonos orgánicos y todos nuestros productos son naturales, lo que  también permite respetar la fauna que se encuentra en el lugar.

Además, la producción sigue los estándares de calidad de Global GAP y Grasp. La idea es que, en un futuro no tan lejano, nuestra finca se convierta en un referente cuando de cítricos ecológicos se trate.

Se trata de que la finca sea vista como un espacio integrado a la fauna, la flora y los seres humanos que la integran. Por ello, nos centramos en una agricultura ecológica cuyo principal fin es cultivar de la forma más natural posible los limones, respetando su tiempo de crecimiento, utilizando tratamientos naturales y aprovechando al máximo las nuevas tecnologías para una agricultura más sostenible.